martes, 7 de julio de 2015

La Leyenda del Torreon del Monje.


En la ciudad de Mar del Plata se construyo un  castillo de estilo medieval, que una vez terminado se hizo famoso por un enorme torreón que dominaba la estructura.

A poco de ser inaugurado, sin embargo, los lugareños comenzaron a reportar extrañas luces y apariciones por las noches, fenómenos paranormales que continúan hasta hoy y que aumentan la fama fantasmal de Mar del Plata.




La construcción había sido bautizada como el torreón del monje en honor al padre Ernesto Tornero, quien en el siglo XVI había dirigido el primer asentamiento religioso en tierras del Río de la Plata. La parte militar del asentamiento estaba a cargo del capitán español Alvar o Álvaro Rodríguez, quien, en contacto con los aborígenes,en un principio pacífico, entabló relación con una mujer indígena a quien bautizó Marina o Mariña. Esta relación amorosa pronto suscitó los celos de un cacique indígena, de nombre Rucamará.




Despechado por el rechazo de la joven y bella mujer, Rucamará exaltó los ánimos de su tribu y ordenó un ataque contra el asentamiento. Los españoles, que eran pocos en número, no pudieron resistir el embate de los indígenas, y debieron abandonar el lugar apresuradamente.
Para evitar una matanza, Rucamará exigió que la joven Marina le fuera entregada. Alvar Rodríguez se negó a aceptar la condición, pero la joven, que no quería regresar con su pueblo, manifestó su decisión de sacrificar su amor para que la vida de su amado y la de sus compañeros, entre ellos la del padre Tornero, fuera respetada.


Sin embargo, la victoria de Rucamará fue de corta duración. Celosa por haber sido desdeñada en favor de Marina, una de las mujeres del cacique decidió contactar a los españoles y revelarles cómo podían hacerse nuevamente con el fuerte mediante un ataque sorpresa. El ardid funcionó y en esta ocasión fueron los españoles quienes pusieron en fuga a los indígenas. Cercado por sus enemigos, Rucamará se hallaba en lo alto de una torre que daba a los acantilados, tal como hoy sucede con el torreón, aferrando a la deseperada Marina. El capitán Alvar Rodríguez le aseguró que respetaría su vida si se rendía y dejaba ir a la mujer, pero la decisión del orgulloso cacique estaba tomada: abrazó a Marina y junto a ella se arrojó a los acantilados. Los fantasmas que deambulan por el oscuro torreón no serían sino los de los contrariados amantes, quienes se encuentran nuevamente en la muerte buscando, tal vez, una felicidad que en vida les fuera negada.



Datos:Amores Contrariados junto a mar
De: Gerardo Pagano

No hay comentarios: