Bajando del
castillo de Praga, que vemos desde el Puente Carlos, se encuentra el Callejón
del Oro, formado por pequeñas casas construidas en el siglo XVI.
Ese día estaba oscuro y lluvioso y esas
construcciones nos invitaban a entrar, a curiosear a imaginar a los antigüos
alquimistas y astrónomos que moraban en ellas tratando de trocar metales en
oro, descubrir la piedra filosofal ó el elixir de la vida.
Realmente fueron construidas para alojar a los
guardias del castillo, pero el lugar, el colorido, la lluvia, nos hacen soñar
en personajes mágicos.
Inclinándonos visitamos su interior y quedamos
atrapados por las hermosas tiendas con artesanías
Uno de sus habitantes,fue el escritor Franz Kafka,
que vivió en la casa 22 entre los años 1916-1917. Su obra “El Castillo” está inspirada en este
lugar de ensueño.
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